sábado, 22 de diciembre de 2007

La Evaluación Ambiental Estratégica

La Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) se puede entender como un concepto relativamente sencillo. Consiste en aplicar los principios de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) a políticas gubernamentales (ambientales y no ambientales), planes (sectoriales y territoriales) y programa de acción, en ejecución o propuestos. En realidad, el concepto, tal como se formula y aplica actualmente, abarca una amplia gama de definiciones conceptuales, lo cual a veces conduce a confusiones y ambigüedades. Gran parte de esta confusión surge porque los diferentes países y organizaciones han creado su propia nomenclatura y definiciones conceptuales respecto de cómo deben ser evaluadas las actividades que se sitúan por sobre el nivel de proyectos de inversión individuales, sean públicos y privados. Por lo tanto, hoy abundan en la literatura términos tales como evaluación de políticas, evaluación de toda un área, evaluación ambiental regional, evaluación ambiental sectorial. También se asocia actualmente con la creación de la Agenda Local 21, esto es, los planes nacionales de desarrollo sustentable, indicadores de sustentabilidad y otros métodos que se han adoptado para implementar la Agenda Ambiental derivada de la Cumbre Ambiental efectuada en Río de Janeiro en el año 1992.

Evolución de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE)
La EIA de proyectos de inversión individuales lleva muchos años de existencia tanto en países desarrollados como en una cantidad creciente de países en vías de desarrollo.

La EAE, en cambio, ha tenido un crecimiento menos rápido, pero la presión para su aplicación es cada vez mayor. Son muchas las razones de esta presión. Primero, actualmente se reconoce que la EIA de proyectos de inversión, por sí sola, no es suficiente como mecanismo de gestión ambiental, pues a menudo no se consideran alternativas, ya sea de lugar o de proceso, no se aborda el carácter dinámico de las interacciones entre medio ambiente y desarrollo, y se descuidan los impactos acumulativos.

Segundo, muchas personas admiten hoy que los planes de uso del territorio y los planes sectoriales son débiles, ya que no toman en cuenta las limitaciones ambientales. Tercero, muchos organismos internacionales y especialmente el Banco Mundial, presionan para que se introduzcan mecanismos destinados a garantizar prácticas productivas y de desarrollo más sustentables, y se cree que la EAE es una de las herramientas más poderosas para lograrlo (Russell 1995).

La historia de la EAE se remonta a la primera Acta Nacional de Política Ambiental (National Environmental Policy Act, NEPA) de Estados Unidos en 1969, la cual exigió que se hicieran informes sobre las consecuencias ambientales de acciones federales o de actividades que requirieran permisos o autorizaciones federales. NEPA encauzó el desarrollo inicial de procedimientos de EIA en proyecto individuales, y si bien en Estados Unidos se incluían políticas, planes y programas dentro de tales procedimientos, la mayoría de las evaluaciones se concentraban sólo en proyectos individuales de desarrollo. Sin embargo, se han efectuado EAEs para proyectos de ley como el Fuel Use Act, de 1978, y para programas de administración como, por ejemplo, para el control de maleza en parques nacionales. Una razón del éxito d la EAE en Estados Unidos fue la creación de procedimientos comunes para evaluaciones estratégicas y a nivel de proyectos individuales de inversión.

En la Unión Europea, el desarrollo de la EIA ha tenido lugar en un largo período, mediante las Directrices del Consejo Europeo (85/337/EEC). El proceso inicial discurría sobre la base de incorporar evaluaciones ambientales en todos los niveles de “toma de decisiones”, pero debido a la oposición política de varios Estados miembros se acordó que la implementación se efectuaría en un proceso de dos etapas, limitándolo en un comienzo a proyectos de inversión individuales, pero con la posibilidad de extenderlo a niveles estratégicos en una fecha posterior. Desde la puesta en marcha de la Directiva 85/337, la Comisión Europea ha publicado diversos proyectos de Directrices para la introducción de la EAE, la más reciente de las cuales salió a luz en octubre de 1995. Algunos Estados miembros ya han establecido su propia legislación a este respecto.

Los Países Bajos y Alemania, por ejemplo,
Exigen evaluaciones ambientales para algunos planes sectoriales y de desarrollo, tales como planes para el agua potable o eliminación de residuos, y el Reino Unido realiza evaluaciones ambientales de planes de uso de territorios y de políticas.

Fuera de la Unión Europea también se ha progresado en la divulgación de la EAE. Nueva Zelandia ha introducido nuevas disposiciones en la Ley de Manejo de Recursos de 1991, la cual formula una estrategia nacional de desarrollo sustentable. Esta ley exige que las autoridades locales efectúen EIAs de planes relativos al manejo de recursos.

miércoles, 12 de diciembre de 2007


EROSION LAMINAR

La erosión laminar es la forma más perjudicial ya que, con frecuencia no se la reconoce y por ende, pocas veces se la trata. Este tipo de erosión, es provocada por las precipitaciones. A medida que las gotas de lluvia golpean el suelo, se desprenden de éste partículas de tierra que luego el agua arrastra al escurrirse; convirtiéndose en agua barrosa que luego desemboca en los desagües, arroyos y ríos. Este tipo de erosión da origen a otras formas más impresionantes de erosión: Surcos y Cárcavas.Los efectos de la erosión laminar pueden apreciarse más fácilmente en las zonas boscosas que carecen de mantillo, donde la pérdida de suelo deja al descubierto las raíces de los árboles. La cantidad de suelo que se pierde a causa de la erosión laminar es alarmante.


El agua, ejerce una fuerza de arrastre sobre la superficie del suelo, arrancando partículas de material mineral cuyo tamaño varia desde la fina arcilla hasta la arena gruesa o grava, dependiendo este hecho de la velocidad de la corriente y del grado en que las partículas estén unidas por las raíces de las plantas o mantenidas bajo un manto de hojas caídas. La lenta remoción del suelo forma parte del proceso natural geológico de denudación de las masas continentales que es universal e inevitable, bajo condiciones naturales estables, la erosión es lo suficientemente lenta como para permitir la formación y el mantenimiento de varios horizontes en el suelo, lo que permite a la vegetación mantenerse. En contraste, la erosión del suelo puede ser enormemente acelerada por las actividades humanas o por raros acontecimientos naturales. Originando un estado de erosión acelerada, que transporta el suelo a un ritmo mucho más rápido que aquel a que puede ser formado.


Las gotas de lluvias que caen sobre una superficie árida, son agentes de erosión notablemente efectivos, pues cada gota tiende a arrojar al aire partículas de material son consolidar. Las mediciones han demostrado que pueden mover hasta 250 toneladas de material por hectárea, simplemente por medio de la salpicadura. En una superficie a nivel las partículas se mueven hacia delante y hacia atrás, pero en una superficie inclinada tienden a moverse pendiente abajo. Dando lugar a un proceso denominado erosión por salpicadura; en una vertiente, por ejemplo, este tipo de erosión tiende a transportar el suelo hacia niveles inferiores, disminuyendo la capacidad del mismo para que se infiltre el agua, debido a que las aberturas naturales del suelo quedan taponadas por las partículas movidas por la salpicadura de las gotas de lluvia.

viernes, 7 de diciembre de 2007

EROSIÓN EÓLICA

El viento es un eficiente agente de erosión y su acción, particularmente en zonas de climas áridos, semiáridos y desérticos, es responsable del transporte y deposición de grandes volúmenes de sedimentos con desarrollo de un paisaje eólico típico.
El viento transporta las partículas de los suelos de tres maneras:
· Por arrastre: las partículas más gruesas (500 - 2000 micrones).
· Por saltación: las partículas medianas (100 - 500 micrones).
· En suspensión: las partículas pequeñas o livianas ( < 100 micrones).

La erosión eólica se ejerce mediante dos procesos: ABRASION y DEFLACIÓN. Cuando las partículas sueltas que se hallan sobre la superficie del suelo son barridas, arrastradas o levantadas por el aire, estamos hablando de DEFLACION (derivado del latín "soplar"); este proceso actúa donde la superficie del terreno está completamente seca y recubierta de pequeños granos de arena sueltos procedentes de la meteorización de la roca o previamente depositadas por el agua en movimiento, el hielo o las olas. Por lo tanto, los cursos de los ríos secos, las playas y las áreas recientemente cubiertas por depósitos glaciares son muy susceptibles a la deflación; este proceso eólico de deflación es selectivo.

Las partículas más finas, las que constituyen el barro, la arcilla y los limos, son levantadas muy fácilmente y transportadas en suspensión. Los granos de arena se mueven únicamente si el viento es fuerte y tienden a desplazarse a poca altura del suelo. La grava y los cantos de 5 a 8 mm de diámetro suelen rodar por el suelo llano cuando el viento es muy intenso, pero no recorren grandes distancias ya que es muy fácil que queden retenidos en agujeros.

La acción erosiva del viento cargado de arena contra las superficies de las rocas se limita a las primeras decenas de centímetros basales de un acantilado, colina u otra masa de rocas que se eleva sobre una llanura, relativamente plana ya que los granos de arena no pueden alcanzar dichas alturas. En cambio, cuando el viento arrastra arena y polvo contra las rocas y el suelo, se denomina a este proceso ABRASION EOLICA o CORROSION. La abrasión requiere del transporte de elementos cortantes por el viento.La abrasión del viento origina orificios y acanaladuras en la roca. Si una masa rocosa pequeña destaca sobre un llano, puede ser erosionada por la base del modo antes descrito y adoptar la forma de una seta, por lo que se denominan rocas fungiformes.

La principal forma de erosión producida por la deflación son cuencas de pequeña profundidad denominadas depresiones de deflación; las cuales pueden tener de unos pocos metros a varios kilómetros de diámetro, pero se caracteriza por que su profundidad raramente pasa de unos pocos metros. Su origen se da en las regiones llanas de clima árido y en donde particularmente no está protegida por vegetación.Cuando las precipitaciones llenan esta depresión, se origina una charca o laguna, a medida que el agua se evapora, el barro del fondo se seca, se agrieta y da lugar a escamas y fragmentos de barro seco que son fácilmente transportados por el viento. En aquellos lugares en donde también se halle ganado doméstico, éste pisotea los bordes de la depresión hasta convertirla en una masa de barro, eliminando su protección vegetal y facilitando así su erosión cuando esté seca.

Causada por la acción del aire en movimiento fenómeno importante en las regiones con bajas precipitaciones, vientos fuertes y desecantes; al ser destruida la vegetación, los procesos eólicos conducen a la erosión de los suelos susceptibles.

Los principales factores actuantes en la erosión eólica son:
a. Clima: Los factores climáticos - precipitación, temperatura, humedad atmosférica y vientos - tienen una influencia central en la generación y desarrollo de los procesos de erosión eólica. A mayores precipitaciones y contenidos de humedad, el suelo es más resistente a las voladuras, mientras que las elevadas temperaturas, la baja humedad del aire y los vientos fuertes influyen en la evapotranspiración determinando la pérdida del agua edáfica. No obstante, a ello, las pérdidas de suelo están estrechamente relacionadas con la lluvia, en parte por el poder de desprendimiento del impacto de las gotas al golpear el suelo y, en parte, por la contribución de la lluvia a la escorrentía. Esta contribuye particularmente a la erosión por flujo superficial y en regueros, fenómenos para los que la intensidad de precipitación se considera, generalmente, la característica más importante. La respuesta del suelo a la lluvia puede estar determinada, también por las condiciones meteorológicas previas.

b. Características del suelo: La erosionabilidad del suelo por causa de los vientos esta relacionada con la textura y estabilidad estructural. Los suelos de textura gruesa son más susceptibles a erosionarse y menos propenso a formar estructuras estables.

c. Rugosidad de la superficie: Al aumentar la rugosidad de la superficie se reduce la velocidad del viento y, por lo tanto, disminuye la posibilidad de traslación de las partículas del suelo.

d. Exposición a la acción eólica: Las exposiciones prominentes del relieve, en general coincidente con formaciones medanosas, se encuentran considerablemente más expuestas a la acción del viento, respecto de los ambientes intermedanosos planos o plano - cóncavos, naturalmente protegidos.

e. Vegetación: Es uno de los factores más importantes de protección contra la acción del viento. La vegetación actúa como una capa protectora o amortiguadora entre la atmósfera y el suelo. Los componentes aéreos, como hojas y tallos, absorben parte de la energía de las gotas de lluvia, del agua en movimiento y del viento, de modo que su efecto es menor que si actuaran directamente sobre el suelo, mientras que los componentes subterráneos, como los sistemas radiculares, contribuyen a la resistencia mecánica del suelo. También reduce la velocidad, frena o atrapa a las partículas en movimiento.

sábado, 1 de diciembre de 2007


LA EROSION (Primera parte)

A través de millones de años en la historia de la Tierra han estado trabajando constantemente los agentes de erosión para reducir las masas terrestres al nivel de los mares.

Las formas resultantes del relieve terrestre son consecuencia de la acción combinada de procesos de desgaste por los agentes dinámicos de la atmósfera y la acción de fuerzas internas de la Tierra, que producen sobre la corteza plegamientos y empujes, originando las cadenas montañosas y los continentes. Mientras que unos y otros tienen relación con la acción y mecanismos climatológicos y geológicos, es de reconocer la importancia que tienen estos aspectos sobre el modelado de las formas, alteración de las rocas, suelos y procesos de transporte.

Dos de los primeros que han ejercido la acción sobre la corteza superficial de la Tierra a través de su evolución en el tiempo, son los conocidos como METEORIZACION o INTEMPERISMO y el de EROSION. La primera, como ya se dijo, es la alteración física y química de los materiales de la corteza terrestre por agentes tales como el agua, hielo y componentes químicos de la atmósfera, mientras que el segundo "Es un proceso continuo al que obedece la forma cambiante de la Tierra. Esta causada por el agua, el viento, los cambios de temperatura y la actividad biológica.

Cuando el proceso se produce sin la influencia del hombre, se conoce como normal, geológica o natural. Cuando la vegetación natural protectora se ve perturbada por los cultivos, pastoreo intensivo o las quemas (incendios forestales, etc) el equilibrio natural queda alterado y el suelo expuesto a la acción directa de los agentes más potentes de erosión: AGUA y VIENTO. Cuando es el agua en movimiento se denomina HIDRICA". Prácticamente es imposible separar a estos dos procesos o poner límites, ya que ambos se complementan y actúan en la naturaleza en forma simultánea.

Después que la roca o suelo ha sido alterado, actúan los agentes dinámicos como el agua y el aire para recoger las partículas y fragmentos y transportarlas hasta los diferentes ambientes de deposición. Fase que está directa o indirectamente guiada por la acción de la fuerza de gravedad.
Los deslizamientos, corrientes fluviales, glaciales y asentamientos de materiales implican el desplazamiento de masas de materiales de acuerdo a un gradiente topográfico determinado como así también, a presiones existentes entre dos zonas de diferente posición en el espacio.

Cuando los suelos superficiales son perturbados para urbanismo y/o cualquier otra actividad que el hombre proyecte (cultivos, ganadería, apertura de caminos, etc), entre todos los efectos que conlleva a estas acciones, la de escorrentía superficial puede determinar condiciones críticas de estabilidad; en el mismo sentido opera la remoción de la vegetación natural la cual absorbe esfuerzos tensionales desarrollados en la masa de suelo, evitando que se produzcan derrumbes y deslizamientos. Estos estados de inestabilidad se hacen gradualmente o intempestuosamente más críticos con el tiempo, bajo la acción de eventos adversos hidrológicos - meteorológicos (lluvias, desecación, cambios en el drenaje, etc) pudiendo alcanzar estados irreversibles de difícil y costoso control.

domingo, 25 de noviembre de 2007



Factores que afectan a la posibilidad de inicio de los Incendios Forestales (segunda parte)

Radiación solar
El sol es la principal fuente de energía de nuestra atmósfera. La energía radiante emitida por el sol es absorbida por las distintas sustancias, produciendo el aumento de su temperatura. El aumento de temperatura que se produce, depende de la capacidad calorífica de la sustancia en cuestión.

Factores astronómicos, topográficos y atmosféricos, son los responsables de las variaciones en la cantidad de radiación que llega a la superficie de la tierra en un momento y lugar determinado. No toda la radiación que llega a la superficie es absorbida por la misma, sino que un cierto porcentaje es reflejado.

La tierra también emite radiación, aunque lo hace en longitudes de onda distintas a aquellas en las que emite el sol. Muchos de los gases presentes en la atmósfera permiten el paso de la radiación de onda corta emitida por el sol, pero absorben gran parte de la radiación de onda larga emitida por la tierra; se genera así el llamado efecto invernadero.

En el balance general, el sistema tierra-atmósfera devuelve al espacio una cantidad de energía igual a la recibida. Dentro del sistema tierra-atmósfera el equilibrio también se mantiene mediante distintos mecanismos de intercambio de energía entre sus componentes.

Precipitación
La presencia, características y evolución de las nubes, es indicadora de numerosos fenómenos que afectan al comportamiento del fuego. La precipitación se presenta de diversas formas de acuerdo con las nubes que al producen; la presencia de nimbostratos producirá precipitación moderada a suave que afectará un área extensa, mientras que los cumulonimbos dará lugar a chubascos aislados. La presencia de nubes lenticulares es indicadora de fuertes viento de altura y de la probable formación de vértices a sotavento de las cadenas montañosas. Los cumulonimbus o celda de tormenta, son especialmente peligrosos para el comportamiento de los incendios debido a los vientos que producen en superficie; en muchos casos las columnas convectivas generadas por los incendios producen celdas con características similares a estas nubes.

La precipitación se clasifica en distintos tipos, cada uno de los cuales tiene distinto efecto sobre el contenido de humedad de la vegetación. La época del año en que se produce la precipitación y la fluctuación de las otras variables meteorológicas que la acompañan, también son factores determinantes de su eficiencia para humificar a los combustibles.

La sequía puede definirse de diversas formas; cuando se utiliza un índice de sequía para evaluar el peligro de incendios, habría que analizar si es el adecuado para evaluar el contenido de humedad de los combustibles y la disponibilidad de agua en las cuencas de la región.

Temperatura
La temperatura del aire, de los combustibles vegetales y de la superficie del suelo interactúan permanentemente, de modo tal que ninguna puede ser analizada en forma independiente de los demás. Las diferencias en las temperaturas alcanzadas por los distintos tipos de suelos o las distintas coberturas vegetales, generan grandes variaciones en la temperatura del aire entre lugares próximos.

Estas diferencias en la temperatura deben tomarse en cuenta cuando se analiza la representatividad de los datos con que contamos por ser indicadoras de diferencias en la temperatura y el contenido de humedad de los combustibles subyacentes, como así también por generar movimientos del aire que afectan al comportamiento del fuego.

Las variaciones de la temperatura con la altura también dan lugar a numerosos fenómenos relevantes para el comportamiento del fuego. La formación de inversiones térmicas es uno de ellos; estas inversiones pueden tener distintos orígenes que es necesario comprender para poder estimar su duración y las dimensiones del área que afectan.

Humedad Relativa
El contenido de humedad de los combustibles está estrechamente relacionado con el contenido de humedad de la atmósfera y es un factor crítico para el comienzo y posterior comportamiento de los incendios.

Aunque existan numerosos parámetros que permiten estimar el contenido de humedad del aire, la humedad relativa es la más frecuentemente utilizada cuando se trata de estimar el contenido de humedad de la atmósfera para evaluar el peligro de incendio. Esto se debe a que la humedad relativa del aire es un indicador de la capacidad de la atmósfera de absorber humedad y, en consecuencia, de acelerar el secado de los combustibles. Cuando los combustibles están más secos, es mayor la intensidad y velocidad de propagación del fuego y la probabilidad de ocurrencia de focos secundarios.

Los procesos por los cuales el agua penetra en los combustibles y es posteriormente retenida o eliminada, son diferentes si se trata de combustibles vivos o de combustibles muertos. El contenido de humedad de los combustibles vivos es el resultado de procesos fisiológicos y fenológicos que ocurren en las plantas y que corresponden tanto a factores ambientales como a características intrínsecas de cada especie. El contenido de humedad de los combustibles muertos, está controlado por las variables meteorológicas, como son la radiación, la temperatura, la humedad relativa y la precipitación.

Viento
El viento que percibimos a la altura de media llama, es el que controla la velocidad y dirección de propagación del fuego. Este viento es la suma de circulaciones de aire de distintas escalas.

La presencia de grandes sistemas de alta y baja presión, dan lugar a los vientos de escala sinóptica. A medida que nos acercamos a la superficie, la velocidad y dirección del viento de escala sinóptica se ve cada más afectada por las características del terreno. Dentro de los vientos de escala sinóptica, los vientos frontales son de especial interés para los combatientes de incendios por los bruscos cambios que producen sobre el comportamiento del fuego.

Las diferencias de presión generadas por el calentamiento diferencial entre superficies próximas dan lugar a vientos de mesoescala a los que dominamos vientos locales o convectivos. Dentro de los vientos locales, se encuentran las brisas de mar a tierra, las brisas de pendiente y las brisas de valle.

Finalmente, la presencia de pequeños obstáculos sobre la superficie terrestre produce movimientos de aire que, por su corta duración y pequeñas dimensiones espaciales, se clasifican en la microescala. Dentro de esta escala se encuentran los pequeños torbellinos asociados a la presencia de vegetación o producidos por el calentamiento de la superficie durante o después del paso del fuego.

Las observaciones de viento para la predicción del comportamiento del fuego, deben contemplar, no solamente las características del viento de superficie, sino también aquellas del viento de altura. Las columnas de convección de gran desarrollo vertical, favorecen la interacción entre el viento de distinto niveles y aumentan la probabilidad de que el viento de altura pueda alcanzar la superficie, modificando la velocidad y/o dirección de propagación del fuego.

Grado de estabilidad atmosférica
Los movimientos verticales del aire que se producen en la atmósfera, tienen diversos efectos sobre el comportamiento del fuego. En algunos casos la atmósfera ayuda al desarrollo de estos movimientos, mientras que en otros tiende a suprimirlos; esto depende del grado de estabilidad atmosférica.

Cuando la atmósfera está estable, el desarrollo de la columna de convección se ve inhibido, el viento tiene velocidad y dirección constantes, y el comportamiento del fuego es más fácil de predecir. En estos casos el peligro está dado por la reducción de visibilidad debido a la acumulación de humo y la probable ocurrencia de incendios de comportamiento extremo dominado por el viento. El fenómeno de subsidencia crea situaciones críticas sobre extensas áreas, por traer hacia la superficie aire caliente y seco.

La inestabilidad atmosférica, asociada a vientos arrachados, ayuda al desarrollo de grandes columnas convectivas. En estos casos el comportamiento del fuego es errático y difícil de predecir. El peligro está presentado por la probable formación de torbellinos, la formación de nubes de tormenta y la probable ocurrencia de incendios de comportamiento extremo dominados por la convección.

Si bien no siempre se cuenta con las observaciones necesarias para estimar el grado de estabilidad de la atmósfera, es muy útil recurrir a los indicadores visuales que permiten hacer estimaciones cualitativas de la misma.

El rayo como causa directa de incendios forestales
Una tormenta está formada por una o varias nubes o celdas convectivas, pudiendo cada una de las mismas estar en un diferente estado de evolución. En algunos casos, las celdas se agrupan en formaciones que pueden alcanzar los 8 km. De ancho y los 100 km. de largo. Las tormentas van acompañadas de truenos y relámpagos, de cortos períodos de precipitación intensa en forma de agua o granizo, de vientos fuertes y arrachados en al superficie y, ocasionalmente, de tornados.

El riesgo que las tormentas presentan en relación con la ocurrencia y el comportamiento de los incendios, esta dado por la mayor probabilidad de ocurrencia de focos causados por la actividad eléctrica que las acompaña y por los efectos que las mismas tienen sobre el comportamiento de los vientos en superficie.

Si bien estas nubes producen precipitación, lo que puede considerarse como un factor favorable para las tareas de control de un incendio, es importante analizar cuál es el efecto real que estas precipitaciones tienen sobre el contenido de humedad de los diferentes combustibles, teniendo en cuenta la intensidad, duración y área limitada afectada por las mismas.

lunes, 12 de noviembre de 2007


FACTORES AMBIENTALES QUE INFLUYEN EN LOS INCENDIOS FORESTALES Parte 1

Es de conocimiento generalizado que los incendios son unos de los factores principales de deterioro ambiental y pérdida económica.


Al considerar cual es la calidad e intensidad del deterioro ambiental producido por los incendios forestales, son muchas las variables que influyen en la magnitud de los efectos.


Desde luego, un factor básico es el combustible, el cual puede ser de muy variadas composiciones especificas, ya sea si proviene de vegetación nativa o cultivada. Es de la naturaleza física y química de las especies involucradas que dependerá la probabilidad de ignición, el tipo de desarrollo de la combustión, el nivel térmico alcanzado. Asociado al factor anterior esta el tipo de incendio producido, ya sean de copa, subterráneos o superficiales. Un incendio de copa destruye fundamentalmente el follaje de grandes árboles, afectando poco al suelo; un incendio subterráneo, por el contrario, al quemar fundamentalmente raíces y propagarse bajo el suelo, es altamente destructivo de los vegetales, de la meso y macro fauna edáficas y de la materia orgánica allí presentes, con efectos también muy negativos sobre la parte aérea de la vegetación y fauna asociada.


Los incendios forestales pueden cubrir grandes extensiones dependiendo de las condiciones ambientales, tales como temperatura, precipitaciones y vientos ( dirección y velocidad) asociados a los factores topográficos que los modifican.


Un tercer componente de la calidad e intensidad del deterioro es la naturaleza del área afectada, ya que ella define diferentes tipos de combustibles y de incendios, además de diferentes tipos de riesgos a las personas y a la propiedad. En este plano es de primordial importancia la topografía, la cual modifica la distribución y el efecto de las lluvias, genera gradientes de insolación y térmicos en función de las pendientes, a la vez que genera micro y mesocorrientes de aire, todos ellos factores que influyen en la cantidad del combustible, en las condiciones en que se desarrollan los incendios y, por ende, en el tipo y grado de dificultades para lograr su extinción.


La conjunción de estos factores determina la intensidad y duración de los incendios, cuyo efecto es evaluable como deterioro del medio. Tales evaluaciones son fáciles de hacer desde la perspectiva humana y económica, ya que fácilmente se puede estimar cuanto dejó de percibir por la no venta de un producto, a lo cual se suman los costos de la recuperación de la unidad productiva destruida. No ocurre lo mismo desde el punto de vista ecológico, cuyas consecuencias son más del tipo mediato que inmediato, o al menos no son totalmente evaluadas recién producida la alteración.

viernes, 26 de octubre de 2007


Los Conflictos Ambientales y el Desarrollo Sostenible de las Regiones Urbanas


Los conflictos ambientales a nivel urbano, originados por cambios en los usos del suelo y por la distribución de los costos y beneficios derivados de esos cambios, están proliferando en nuestras ciudades. Estos conflictos, promovidos por los procesos de globalización, el crecimiento urbano y una mayor conciencia ambiental, suelen surgir en torno a grandes proyectos productivos, de infraestructura e inmobiliarios.

La planificación tradicional basada en la “zonificación de los usos del suelo” está en crisis y es incapaz de responder al reto que plantean los conflictos ambientales, que demanda más bien mejorar la capacidad de gestión política de las ciudades, en una perspectiva que rescate la dimensión territorial y ambiental.

Desde este punto de vista, los conflictos ambientales o territoriales representan tanto desafíos como oportunidades para el ejercicio de estilos de planificación territorial capaces de modificar las actuales tendencias de deterioro del nivel y calidad de vida urbana.

Con la masificación del uso del automóvil y con la fuerte penetración capitalista en el negocio inmobiliario, se están deteriorando los valores más esencialmente urbanos: en lo funcional, la accesibilidad y movilidad internas, de las cuales dependen, entre otros, la realización de las oportunidades económicas brindadas por la ciudad; y en lo social y cultural, la posibilidad del encuentro con los otros y de la práctica abierta de la diversidad, de lo que dependen las aspiraciones de progreso cultural y de integración social.

Estos son los valores de la ciudad que han ejercido tanto atractivo sobre los millones de seres humanos que se han mudado a ellas, muchas veces como forma de escapar del espacio limitante
y socialmente controlado de la comunidad rural. La ciudad, como reino de la libertad, de las oportunidades materiales y económicas, como ámbito de seguridad contra los riesgos naturales
y como posibilidad de encuentro con los otros, está perdiendo vitalidad, está siendo traicionada por la complicidad que contra su acervo social, cultural y ecológico promueven, directa o indirectamente, las fuerzas de la globalización económica.

Pero la crisis de la planificación urbana es muy anterior. Tan sólo se ha exacerbado en las últimas décadas.

Los conflictos ambientales se suscitan entre actores de una localidad por intereses contrapuestos en torno al impacto ambiental o las externalidades de una determinada actividad o proyecto. Los principales impactos los producen grandes proyectos productivos, inmobiliarios o de infraestructura como los que irán dominando la escena de las "regiones urbanas".

Se trata de conflictos locales que deben diferenciarse de los conflictos "de enfoque" relativos a políticas ambientales, donde intervienen fuertemente las diferencias valóricas. En los conflictos ambientales locales son importantes, en cambio, los intereses y la información -o desinformación- que posean los actores sobre las externalidades y sus consecuencias sobre la calidad de vida, el medio ambiente y la economía locales.

lunes, 15 de octubre de 2007



Los factores actuales del crecimiento urbano
Uno de los cambios más importantes ha afectado a la naturaleza de la industria urbana. La industria pesada, que se caracteriza por la importancia que revisten los gastos de mantención de las materias primas en los costes de producción, ha ido perdiendo importancia. Las grandes ciudades constituyen, en cambio, una localización cada vez más favorable para la industria ligera (gran parte de cuyos productos se destinan al consumo familiar), en especial si desde estas ciudades se tiene acceso fácil al mercado nacional e interna­cional. También son importantes las llamadas economías externas que proporcionan las grandes ciudades. La abundancia de mano de obra cualificada, la posibilidad de establecer contactos estrechos con otras industrias del mismo ramo, el tener a mano los servicios auxiliares (como, por ejemplo, las agencias de publicidad y los mayoristas), etc.: todas estas ventajas se encuentran más fácilmente en las grandes ciudades y contribuyen a atraer a los fabricantes. «, Otro de los factores del crecimiento de las ciudades contempo­ráneas reside en la creciente proporción de la población activa de los países industrializados que halla su empleo en el sector terciario.
Los factores sociales, aunque no siempre fáciles de identificar, también han contribuido al crecimiento urbano. Es imposible decir en que medida una orquesta sinfónica, un musco de pintura de fama mundial o una gran biblioteca atraen habitantes a una ciudad, especialmente porque muchas de esas instituciones también revisten importancia econó­mica, ya que proporcionan puestos de trabajo y son un atractivo turístico (con lo que indirectamente dan medios de vida a los habi­tantes de la ciudad relacionados con las actividades turísticas). Pero también es muy posible que la existencia de instituciones de ese tipo impulse a los directivos de nivel cultural elevado a fijar su resi­dencia en una ciudad determinada y, puesto que el personal clave se recluta entre esta clase de personas, su importancia en la localiza­ción de cierto tipo de industrias aumenta notablemente.
El crecimiento vegetativo de la población constituye otro de los factores de carácter no económico que en la actualidad representan un papel importante del crecimiento urbano.
Las grandes ciudades occidentales muestran un crecimiento vegetativo considerable, cuya tasa supera a menudo a la de las áreas rurales circundantes. Este fenómeno constituye uno de los factores más importantes del crecimiento urbano.


Hay que tener presente que el automóvil y el camión han fomentado la dispersión de las ciudades, y no sólo de las áreas residenciales, sino también de otras funciones urbanas, singular­mente de la industria. Por consiguiente, los lugares de trabajo pueden estar cada vez más alejados de las grandes urbes, puesto que un número creciente de trabajadores ya no necesita trasladarse a las áreas centrales. Con ello se facilita el desarrollo de áreas urbanas estructuradas de un modo más flexible y que pueden contener una población total mucho mayor que las antiguas metrópolis.


El segundo de los dos fenómenos es el desarrollo de grandes ciudades en los países tropicales, que ha revestido una importancia singular durante las últimas tres dé­cadas, especialmente desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial. Durante la década 1940-49, por ejemplo, únicamente 4 ciudades tropicales (Bombay, Calcuta, México y Sao Paulo) sobrepasaban el millón de habitantes. En la actualidad hay por lo menos 15 ciudades millonarias y su población crece con gran rapidez. El crecimiento urbano tiene lugar ahora a un ritmo mucho más vivo en los países tropicales que en Europa occidental o en América del Norte; ello se debe sobre todo a que esos países tienen que recu­perar su considerable retraso en el proceso de urbanización. En gran parte de Asia, por ejemplo, la tasa de crecimiento de la población urbana durante el presente siglo ha superado ampliamente a la de Europa. Además, el nivel de la urbanización (es decir, la proporción de la población total que reside en ciudades) es aún muy bajo en comparación con el mundo occidental. En Asia sólo el 13% de la población vive en ciudades de más de 20.000 hiabitantes; en África, este porcentaje es todavía más bajo (9%). Por otra parte, en algunos de esos territorios el nivel de urbanización crece lentamente debido a que la población rural continúa aumentando al mismo tiempo que la urbana.


Las mismas fuerzas que impulsaron el crecimiento urbano en el mundo occidental empiezan a actuar ahora en otras partes, pero su importancia relativa no es siempre la misma. Uno de los factores más importantes del crecimiento de las grandes ciudades en los tró­picos es el despertar político de los antiguos territorios coloniales. Muchos de esos países dependen aún de la exportación de materias primas y de la importación de bienes manufacturados: de ahí que muchas de esas ciudades millonarias sean puertos. Finalmente, en numerosos países que acaban de acceder a la independencia se fomenta la industria nacional y esta, como ocurre en los países occidentales, acostumbra a dar más beneficios si está localizada en las grandes ciudades, con lo que contribuye a su vez al crecimiento urbano.

Sin embargo, el desarrollo de estas ciudades no es debido siempre a la atracción que ejercen los empleos urbanos. Incluso en los países subdesarrollados el aumento vegetativo de la población constituye actualmente un elemento importante en el crecimiento de ciertas ciudades, debido sobre todo a que los servicios médicos están más desarrollados en las áreas urbanas. Aunque la inmigración de origen campesino continúa siendo el factor predominante del crecimiento urbano, no hay que olvidar que, en parte, aquella se debe a una «expulsión» provocada por la situación económica del campo antes que a una atracción dinámica de la ciudad.Las grandes ciudades de los trópicos son objeto de tantos estu­dios y revisten tanta importancia en el conjunto urbano de esos terri­torios, que a veces parece como si fuesen los únicos asentamientos urbanos que crecen rápidamente. Esto no es del todo exacto, ya que las tasas de crecimiento de las ciudades acostumbran a ser pare­cidas, independientemente de su tamaño. Sin embargo, hay una diferencia muy marcada, en cuanto a su importancia, entre unas pocas metrópolis gigantescas y las ciudades de menor tamaño, dedicadas básicamente a proporcionar un corto número de servicios al campo que las rodea; y la semejanza entre los porcentajes de cre­cimiento de localidades que tienen originariamente tamaños muy dispares da como resultado que las diferencias absolutas entre las ciudades menores y las mayores crezcan rápidamente.

jueves, 11 de octubre de 2007


El sistema climático
El clima en un lugar determinado se puede definir como el valor medio de las variables meteorológicas durante un período determinado (30 años es el tiempo fijado por la Organización Meteorológica Mundial). Para describir el clima se necesita además de los valores medios, las fluctuaciones estacionales y los valores máximos y mínimos de las variables en aquel lugar.

Actualmente se prefiere hablar del sistema climático, formado por subsistemas que interaccionan entre ellos intercambiando masa, energía y cantidad de movimiento. Son la atmósfera que es la capa gaseosa que cubre el planeta; la hidrosfera, formada por todo el agua en forma líquida que existe, es decir, océanos, ríos, aguas subterráneas, mares interiores y lagos; la criosfera, que corresponde al agua en forma sólida (nieve y hielo) que se encuentra sobre la superficie terrestre; la litosfera, que incluye los continentes, y la biosfera, formada por la fauna y la flora de continentes y océanos.

Los tiempos de respuesta de los diferentes componentes del sistema climático son muy distintos. Se entiende por tiempo de respuesta el tiempo que necesita un sistema, cuando ha sido perturbado, para volver nuevamente a una situación de equilibrio. En la atmósfera, para la capa fronteriza (los primeros mil metros, aproximadamente, en contacto con la superficie terrestre) el tiempo de respuesta va de minutos a horas; para la atmósfera libre, de semanas a meses; en el océano, para la capa de mezcla (capa más externa, en contacto con la atmósfera), de semanas a años, y para las capas más profundas, de décadas a milenios; para los mares helados, de semanas a décadas; para los lagos y la vegetación, de meses a siglos; para los glaciares, del orden de siglos; para la cobertura de hielo, milenios; y para los fenómenos tectónicos, decenas de millones de años.
Esta gran diferencia en las escalas de tiempo acentúa la complejidad de las interacciones, de manera que no todos los subsistemas están siempre en equilibrio con los demás, ni tampoco internamente.

La radiación solar proporciona prácticamente toda la energía que nutre al sistema climático. Esta energía, que llega a la cima de la atmósfera y es absorbida por el sistema, se transfiere entre los diversos subsistemas, se transforma en otras formas de energía, se utiliza en diversos procesos químicos y biológicos y también, parcialmente, se disipa. Debido a la forma esférica de la Tierra, al movimiento orbital y a la inclinación del eje de rotación de la Tierra, no llega por igual a todos los puntos de la superficie terrestre y, además, también va variando con el tiempo.

El sistema climático se encuentra en evolución constante, con partes del sistema que cambian primero y otras que lo hacen con más retraso. Los cambios climáticos pueden venir representados por variaciones a largo plazo en los valores medios de una determinada variable climática. A este valor medio vienen superpuestas las fluctuaciones estacionales y anuales, que también pueden resultar influidas por el cambio en el valor de la media. En la escala de tiempo humana, los cambios en los valores medios son tan lentos que resultan prácticamente imperceptibles. En realidad sólo pueden ser detectados mediante un estudio cuidadoso de los registros.

Estos cambios se producen, básicamente, por causas naturales. Pero el interrogante que se plantea actualmente es si la actividad humana puede llegar a ser también un motivo de alteración del clima. La posibilidad de experimentar en este ámbito, con la finalidad de prevenir los cambios futuros o de anticipar el impacto de determinadas actividades humanas en el sistema climático, es prácticamente nula: los procesos que constituyen el clima en un planeta son demasiado complejos para ser reproducidos en experimentos de laboratorio, de la misma manera que sucede con los del tiempo meteorológico.

Una herramienta muy útil en la predicción de los efectos de la actividad antropogénica sobre la evolución del clima son los modelos climáticos. Con ellos se estudia la evolución de las variables meteorológicas mediante métodos numéricos que resuelven las ecuaciones físicas fundamentales de conservación que obedece el sistema. Los procesos que intervienen en el clima del planeta son extraordinariamente complejos a causa de las interacciones no lineales entre sus componentes, de manera que los modelos introducen diferentes hipótesis simplificadoras, según las características específicas del problema concreto que se pretenda abordar.

miércoles, 3 de octubre de 2007


LOS SATELITES METEOROLOGICIOS III

SATÉLITES DE ÓRBITA GEOESTACIONARIA:
Este tipo de satélites giran en torno a la Tierra sincronizados con su velocidad de rotación, es decir que acompañan a la Tierra y por consiguiente se encuentran situados siempre en un mismo punto sobre la superficie terrestre.
Algunas características principales de este grupo son:
- Altura desde la superficie de la tierra de 36000 Km aproximadamente.
- Giran en torno a un eje casi paralelo al eje N-S terrestre.
- Velocidad de giro de 100 RPM (Revoluciones por minuto).
- Operan en dos modos uno de alta HRI (High Resolution Image) y otro de baja resolución WEFAX (Weather Facsimile).
- Transmiten sus datos en dos frecuencias, una para cada modo.
Estos satélites son explotados por EUMETSAT (Meteosat), EE.UU. (GOES), Japón (GMS), China (FY-2B), Rusia (GOMS) y la India (INSAT). Para conseguir a cobertura global se necesita una red de 5-6 satélites. Sin embargo, estos satélites no pueden ver los Polos.

Los Satélites METEOSAT
Los Meteosat son satélites geoestacionarios Europeos cuyo operador es EUMETSAT. La altitud de los satélites es cerca de 35800 kilómetros. El punto fijo a la vertical del satélite está en el ecuador. Los Meteosat ven siempre la misma porción del globo (42% de la superficie de la tierra).

El Meteosat 7 está situado en el meridiano de Greenwich incluido Europa y Africa y Meteosat 5 está situado en 63° al este incluido el Océano Índico.

Los Meteosat están equipados con un radiómetro que explora la tierra línea por línea; cada línea consiste en una serie de elementos de imagen o de píxeles.
Para cada píxel el radiómetro mide la energía radiada de las diversas gamas espectrales. Esta medida digital se cifra y se transmite a la estación de tierra para procesada antes de ser entregada a la comunidad para su utilización. Este radiómetro es un instrumento de 3 canales: el canal visible es 0.45-1.00 µm, el canal infrarrojo es 10.5-12.5 µm y el canal vapor de agua es 5.7-7.1 µm.

Las imágenes se toman a cada 30 minutos. El canal visible explora 5000 líneas, cada línea que consiste en 5000 píxeles; los canales infrarrojos exploran 2500 líneas, cada línea que consiste en 2500 píxeles. Esto equivale a una resolución de 2,5 kilómetros y de 5 kilómetros, respectivamente, en la punta del subsatélite.

Debido a la curvatura de la tierra que esta resolución disminuye hacia los bordes externos de la imagen (e.g. aproximadamente 4,5 kilómetros en el canal visible incluido Europa).

Los Satélites GOES
Los GOES (Geostationary Operational Environmental Satélites) son los satélites geoestacionarios americanos, poseídos y operados por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). La altitud de los satélites es cerca de 35800 kilómetros. El punto fijo a la vertical del satélite está en el ecuador. Cada satélite ve siempre la misma porción del globo (42% de la superficie de la tierra).

Las imágenes del globo se toman a cada 30 minutos y las de los Estados Unidos se toman a cada 15 minutos. Es posible explorar áreas terrestres con intervalos más frecuentes (por ejemplo cinco minutos, incluso un minuto) para la ayuda a los programas del alarma de NOAA.

Los GOES están equipados con un radiómetro que explora la tierra línea por línea que consisten en una serie de elementos de imagen o de píxeles, para cada píxel el radiómetro mide la energía radiada de las diversas gamas espectrales.

El GOES Imager es un dispositivo de 5 canales: el canal visible es 0,55-0,75 µm, los canales infrarrojo son 3.8-4.0 µm, 10.2-11.2 µm, 11.5-12.5 µm y el canal vapor de agua es 6.5-7.0 µm. En el canal visible, la resolución es 1 Km. En los canales infrarrojo, la resolución es 4 kilómetros. En el canal vapor de agua, la resolución es 8 Km.

Esta medida digital se cifra y se transmite a la estación de tierra para procesarla antes de ser entregada a la comunidad para su utilización. Los datos son distribuidos por el National Environmental Satellite and Information Service (NESDIS)
a una variedad de utilizadores.
GOES-E ESTÁ SITUADO EN 75° AL OESTE
INCLUIDO SUDAMÉRICA
GOES-W ESTÁ SITUADO EN 135° AL OESTE
INCLUIDO EL OCÉANO PACÍFICO

jueves, 27 de septiembre de 2007


LOS SATELITES METEOROLOGICOS II


4. SATÉLITES DE ÓRBITA POLAR:
Los satélites TIROS, cuyos nombres figuran como NOAA seguido de un número (NOAA-14, NOAA-15, etc.) y los METEOR (METEOR-2, METEOR 3-5, etc.) son los más utilizados. Actualmente se encuentran en operatividad el NOAA-14, NOAA-15 y el METEOR 3-5. Se alimentan de energía mediante paneles solares que le suministran unos 200 wats de potencia.
Sus características más importantes son:
- Orbita polar o heliosíncrona, es decir que orbitan de polo a polo, con frecuencia establecida o sincronizada.
- Orbitan a una altura entre 800 y 900 kilómetros.
- Orbitan quietos (sin rotar sobre un eje) y poseen un radiómetro (sensor) llamado AVHRR que barre línea por línea la superficie de la tierra a medida que el satélite avanza.
- Pasan dos veces al día por el mismo punto.
- Al ser de órbita baja permiten altas resoluciones.
- Operan en dos modos, uno de baja resolución APT (Automatic Picture Transmition) y otro de alta HRPT (High Resolution Picture Transmition).
- Transmiten sus datos en dos frecuencias, una para cada modo.
- Los TIROS trabajan en cinco bandas, dos en visible y tres en IR (infra rojo).
- Tienen un tiempo de operatividad de aproximadamente dos años.
Estos satélites son explotados por los EE.UU. (NOAA, QuikSCAT), Rusia (Meteor) y China (FY-1). Con un solo satélite se obtiene la cobertura global.

Los Satélites NOAA
Son satélites americanos de orbita polar, poseídos y operados por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). Los NOAA 14 y NOAA 15, lanzados respectivamente el 29 de mayo de 1994 y el 13 de mayo de 1998, vuelan a una altitud de 850 kilómetros, en una órbita inclinada con 99 grados comparados al plano ecuatorial. Cada órbita completa alrededor de la tierra toma 102 minutos y alcanza 14 órbitas por día. Estas órbitas son sol-síncronas, es decir las cruces del satélite a cierto punto siempre en la misma hora del día. Los 2 satélites son fuera de fase; sobrevolando una misma área por lo menos 4 veces por día con un intervalo de aproximadamente 6 horas.
Están equipado con un radiómetro (Advanced Very High Resolution Radiometer) que permite una muy alta resolución (1.1 kilómetros a la vertical del satélite). Este instrumento explora una banda de 3000 kilómetros de ancho.

El Satélite QuikSCAT
El QuikSCAT es un satélite americano de orbita polar, poseído y operado por la NASA. Fue lanzado el 19 de junio de 1999, vuela a una altitud de 850 kilómetros, en una órbita inclinada con 98.6 grados comparados al plano ecuatorial. Cada órbita completa alrededor de la tierra toma 102 minutos y alcanza 14 órbitas por día en pasos ascendentes y descendentes Estas órbitas son sol-síncronas.
El QuikSCAT esta equipado con un scatterometer, que es un radar de alta frecuencia de la microonda (de 13.4 gigahertz) diseñado específicamente para medir la velocidad y la dirección del viento próximas a la superficie del océano. El instrumento recoge datos en una banda continua de 1800 kilómetros de ancho, haciendo aproximadamente 400.000 medidas y cubriendo 90% de la superficie de la tierra en un día. La resolución es 25 kilómetros.

El Satélite Meteor-3
El Meteor-3 es un satélite ruso de orbita polar cuyo operador es SRC PLANETA. La altitud del satélite es cerca de 1200 km.

Los Satélites FY-1
Los FY-1 son satélites chinos de orbita polar. El operador es el centro meteorológico nacional de los satélites (NSMC). Vuelan a una altitud de 870 kilómetros.
Cada órbita completa alrededor de la tierra toma 100 minutos y alcanza 14 órbitas por día. Estas órbitas son sol-síncronas.

Los FY-1 están equipado con un radiómetro MVISR (Multichannel Visible and IR Scan Radiometer). Este instrumento explora una banda de 3000 kilómetros de ancho.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

LOS SATELITES METEOROLOGICOS I
1. GENERALIDADES:
El satélite Explorer 8, fue en 1959, el primero que llevó un instrumento para la observación de la atmósfera desde el espacio a través de un radiómetro de radiación global (ERBE). Los primeros satélites específicamente meteorológicos fueron los TIROS (Televisión Infra-Red Observation Sallite), en los primeros años 60, que permitieron una visión global de los sistemas nubosos.
Los satélites pueden "ver", gracias a los radiómetros que como su nombre tierra, sea ésta reflejada o emitida por ella misma. La radiación que la superficie de la tierra refleja se concentra en el espectro visible de la radiación, mientras que la propia emitida es principalmente del tipo infrarroja (IR). A ésta última se la denomina también emisión de cuerpo negro.

Los Satélites Meteorológicos constituyen el Subsistema Espacial del Sistema Mundial de Observación y su principal objetivo es completar la información facilitada por el Subsistema de Superficie de una forma económicamente viable.

2. LAS ORBITAS DE LOS SATELITES:
Los satélites artificiales giran en torno a la Tierra conforme a la ley de gravitación universal descrita por Newton y descriptivamente cumplen con las Leyes de Keppler.

Leyes de gravitación y de Keppler
La Ley de Gravitación Universal nos dice que la fuerza de atracción de dos cuerpos está relacionada con la masa y distancia entre los mismos. A mayor masa y menor distancia, mayor atracción.
La primera ley de Keppler dice que las órbitas de los planetas son "elipses" y que el Sol ocupa uno de sus focos. La segunda, relaciona el recorrido (órbita) del planeta con el tiempo que tarda en recorrerlo y dice que un planeta barre áreas iguales en tiempos iguales. La tercera relaciona el tiempo que tarda un planeta en recorrer su órbita con la distancia media al Sol, manifestando que el tiempo de recorrido es mayor cuanto mayor sea la distancia Planeta-Sol. A pesar de estar hablando de planetas, estas leyes rigen para cualquier cuerpo que orbite entorno a otro en el espacio, por ejemplo los satélites artificiales y la Tierra.

Tipos de órbitas de los satélites
De acuerdo a la acción que el satélite deba realizar en el espacio se pueden clasificar cuatro tipos fundamentales de órbitas:
- Hiperbólica o abierta, que se utiliza en el lanzamiento del satélite y le permite escapar del suelo mediante una velocidad inicial.
- Heliosíncrona o cerrada, en la que el plano de translación del satélite contiene siempre al Sol y compensa la translación de la tierra independientemente de su rotación.
- Geosíncrona, también cerrada, en la que la velocidad de translación del satélite es igual a la de rotación de la tierra.
- De gran exentricidad, que se utilizan como órbitas de transferencia, para saltar a la órbita cerrada.

3. CLASIFICACIÓN, UTILIDAD Y OBJETIVOS:
Los satélites meteorológicos pueden clasificarse en dos grandes grupos, de órbita polar o heliosincrónicos (significa que están sincronizados con el Sol) que como su nombre lo indica orbitan la Tierra de polo a polo y lo constituyen principalmente la serie TIROS de la agencia NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) de origen norteamericano y los METEOR de origen ruso. El segundo grupo se compone de los satélites Geoestacionarios o Geosincrónicos (significa que están sincronizados con el movimiento de rotación de la Tierra), que orbitan a mayor altura y se encuentran sobre o muy cercanos a la línea del Ecuador.

La utilidad de los satélites meteorológicos es la de poder visualizar el conjunto Tierra- atmósfera, y extraer la máxima información posible a través de distintas técnicas y procesos para obtener los productos cuyo objetivo se basa en el análisis cualitativo y cuantitativo de las imágenes obtenidas. Las imágenes de los satélites meteorológicos se utilizan principalmente para la visualización de nubes, clasificación, observación del vapor de agua existente en la alta y media atmósfera, temperaturas de la superficie de tierra y temperatura superficial del mar.

domingo, 23 de septiembre de 2007

¿Qué es un sistema de gestión medioambiental?
Es una parte del Sistema general de gestión que incluye un conjunto de responsabilidades organizativas, procedimientos, procesos y medios para la implantación de la política medioambiental de la empresa

¿ Porqué un sistema de gestión medioambiental?
Como consecuencia de la creciente importancia de la protección medioambiental exigida por el mercado, el respetuoso comportamiento medioambiental constituye un factor fundamental del éxito empresarial.
Entre los objetivos prioritarios de cualquier sistema de gestión medioambiental cabe destacar:
· La incorporación a la gestión de la empresa la protección medioambiental.
· El Control, registro y minimización de los aspectos medioambientales que produce la actividad.
· Compromiso de la dirección y la organización en la mejora continua de la protección medioambiental.
· Desarrollo del compromiso medioambiental de la empresa.

Un porcentaje muy elevado de los problemas ambientales tienen su origen en el nivel organizativo de la empresa. Con la implantación de un sistema de gestión medioambiental se consigue mejorar la organización de la empresa así como reducir sus aspectos medioambientales.
La evolución que la normativa legal viene experimentando durante los últimos años. Controles ambientales más estrictos suponen un gran esfuerzo de los empresarios para su cumplimiento. Con la implantación de un sistema de gestión medioambiental se facilita la labor, asegurando el cumplimiento de la normativa vigente.

Ventajas que reporta a la empresa:
Existen muchas razones para que una empresa implante y posteriormente certifique un sistema de gestión medioambiental, entre ellas cabe destacar:
Ahorro de Costes.
Ventajas Competitivas.
Reducción de Riesgos.
Cumplimiento de la Normativa Legal

jueves, 20 de septiembre de 2007


Los Huracanes y los Tornados
Un huracán (o tifón si se produce en la costa oeste del Pacífico Norte) es un fenómeno meteorológico violento que se origina sobre los océanos tropicales, normalmente al finalizar el verano o al principio del otoño, y que se traslada miles de kilómetros sobre el océano, capturando la energía calorífica de las aguas templadas. Su origen se encuentra en una masa uniforme de aire caliente y húmedo que asciende rápidamente. La presión del aire se distribuye de modo simétrico alrededor del centro del sistema y las isobaras son círculos concéntricos muy cercanos entre sí. En un huracán, el viento puede llegar a alcanzar velocidades de 250 km/h aunque los valores más habituales se encuentran alrededor de 119 km/h. En el centro del huracán se encuentra el denominado “ojo”, un área sin nubes y de vientos flojos. A veces, puede parecer que el huracán ya ha pasado por una localidad y que ha cesado la tormenta, cuando en realidad lo que está pasando es el ojo del mismo (que puede llegar a tardar incluso una hora). Después de éste vendrán de nuevo vientos muy intensos y fuertes lluvias.

El tornado es un remolino de vientos intensos asociado con la formación de nubes tormentosas de tipo cumulonimbo. Los tornados pueden originarse sobre tierra firme o en el mar a partir de un ascenso rápido de aire muy cálido.

El movimiento del aire en forma de espiral, le da el típico aspecto de embudo o manga. Su recorrido por tierra firme puede oscilar entre 1,5 km y 160 km en el caso de un tornado intenso. Los que se generan sobre el mar se denominan mangas marinas. Los vientos que se generan se encuentran alrededor de 180 km/h, aunque se han producido tornados con velocidades de hasta 500km/h.

Los tornados se forman en muchos lugares del mundo, aunque los más intensos se generan en las grandes llanuras de Norteamérica.

sábado, 15 de septiembre de 2007


Brisas
Los movimientos característicos del aire (tierra-mar) en las costas o (tierra-agua) en los lagos durante el día y la noche dan lugar a las brisas. El viento diurno o brisa marina, es debido a un descenso hacia la tierra del gradiente de presión barométrica, como consecuencia que durante el día la capa inferior del aire que está en contacto con la tierra se calienta más rápidamente que el mar; como la superficie del mar adyacente no se calienta con tanta intensidad, permanece relativamente más fría. En respuesta al gradiente de presión local, el aire se dirige tierra adentro a baja altura. Por la noche se invierte el gradiente de temperatura debido a que la superficie del terreno se enfría más rápido; el gradiente de presión es ahora de la tierra hacia el mar, motivando un flujo de aire hacia el océano (la brisa terrestre). Normalmente durante la noche la brisa terrestre tiene velocidades inferiores, debido a que la diferencia de temperaturas entre la tierra y el mar es más pequeña.

Las brisas influyen considerablemente en el potencial eólico de una zona y puede suceder que dos lugares muy próximos tengan una gran diferencia de condiciones eólicas. Los valles y las zonas entre dos montañas afectan enormemente al citado potencial al aumentar considerablemente la acción del viento, que varía notablemente con la altura. Esta variación es consecuencia de la capa límite que se produce en el contacto de los fluidos viscosos con las superficies (aire y tierra).

lunes, 10 de septiembre de 2007


Frentes

Cuatro patrones de frentes –cálido, frío, ocluido y estacionario- se pueden formar por aire de temperaturas diferentes. El frente frío es una zona de transición entre el aire cálido y el frío, donde este último se mueve sobre el área previamente ocupada por el cálido. Por lo general, los frentes fríos presentan pendientes de 1:50 a 1:150, lo que significa que por cada kilómetro de distancia vertical cubierta por el frente, habrá de 50 a 150 km de distancia horizontal cubierta. El aumento de aire cálido sobre un frente frío en avance y el enfriamiento expansivo subsiguiente a este aire, conducen a nubosidades y precipitaciones de acuerdo con la posición del frente superficial (el frente superficial es el punto en el que el frente en avance entra en contacto con la Tierra).

Los frentes cálidos, por otro lado, separan el aire cálido en avance del aire frío en retirada y presentan pendientes del orden de 1:100 a 1:300 debido a los efectos de fricción del borde de salida del frente. La precipitación generalmente se encuentra en el avance de un frente cálido.

Cuando emergen frentes fríos y cálidos (y el frente frío se sobrepone al cálido) se forman frentes ocluidos. Los frentes ocluidos pueden ser llamados oclusiones de frentes cálidos o fríos. Sin embargo, cualquiera sea el caso, una masa de aire más fría predomina sobre una no tan fría.

Independientemente del tipo de frente ocluido que se aproxime, las nubes y precipitaciones resultantes de tal frente serán similares a las de un frente cálido. A medida que el frente pasa, las nubes y la precipitación se parecerán a las de un frente frío. Así, por lo general es imposible distinguir cuándo se aproxima un frente cálido y cuándo lo hace uno ocluido. Las regiones en las que predominan los frentes ocluidos presentan pocas nubes, cantidades mínimas de precipitaciones y pequeños cambios diarios de temperatura.

El último tipo de frente es el estacionario. Como su nombre lo indica, las masas de aire alrededor de este frente no se encuentran en movimiento.

jueves, 6 de septiembre de 2007




EL CICLO DEL AGUA
El agua ha sido el medio que permitió, en épocas pasadas, el desarrollo de la vida en nuestro planeta. Sus propiedades fisicoquímicas y la alta capacidad de disolución de numerosos nutrientes hacen del agua un medio donde pueden desarrollarse numerosos organismos. Todos los seres vivos dependen de una u otra forma del agua. Los organismos acuáticos obtienen, de ella, todos los nutrientes precisos para el crecimiento. Por su parte los organismos terrestres, aunque se han independizado de su presencia permanente, siempre requieren de agua para mantener una vida activa, máxime cuando se sabe que todas las reacciones intercelulares se llevan a cabo en suspensiones acuosas. Por esto ningún organismo puede prescindir totalmente de ella.

Su presencia en la tierra se manifiesta en tres estados físicos diferentes: sólido, líquido y gaseoso. El vapor de agua representa una mínima parte de la totalidad del agua existente; sin embargo, su presencia tienen una importancia fundamental en el mantenimiento del clima del planeta. Se estima que la presencia de agua líquida (océanos, mares, lagos, ríos) alcanza al 97% del total del agua del planeta. Por otra parte la enorme capacidad que posee el agua para captar energía calórica solar, hace posible una intensa evaporación, especialmente desde la superficie de los mares. El calentamiento de las masas de aire y de aguas, tiene como consecuencia el movimiento de estas de lugares cálidos hacia lugares fríos y viceversa. Este simple hecho desencadena el proceso de evaporación y precipitación.

Las corrientes atmosféricas que desplazan el aire junto con su carga de vapor de agua, hacen posible el reciclaje del agua que desde el mar pasa a la tierra y de esta por medio de los ríos y corrientes subterráneas de nuevo al mar. Es por ello que se suele hablar del ciclo del agua o ciclo hidrológico porque está en continuo movimiento gracias a la energía solar que llega continuamente a la tierra y que posibilita el movimiento de esta importante compuesto.

La distribución de las precipitaciones en conjunto con la orografía terrestre determinan la distribución y tipos de ecosistemas. Existe una linealidad entre la abundancia de organismos y la intensidad y regularidad de las precipitaciones.

martes, 4 de septiembre de 2007


Masas de aire

Las masas de aire son fenómenos de escala macro, que cubren cientos de miles de kilómetros cuadrados y se extienden por miles de metros. Son volúmenes de aire relativamente homogéneos con respecto a la temperatura y a la humedad, y adquieren las características de la región sobre la que se forman y desplazan. Los procesos de radiación, convección, condensación y evaporación condicionan la masa de aire a medida que se desplaza. Además, los contaminantes liberados en una masa de aire se desplazan y dispersan dentro de ella. Las masas de aire son más frecuentes en ciertas regiones. Estas áreas se conocen como regiones de origen y determinan la clasificación de la masa de aire. Las masas de aire se clasifican como marítimas o continentales según tengan su origen en el océano o la Tierra, y como árticas, polares o tropicales según la latitud de su origen. La frontera entre masas de aire con características diferentes se denomina frente. Un frente no es una pared marcada sino una zona de transición que muchas veces abarca varias millas.



La temperatura es una propiedad básica de las masas de aire. La temperatura de una masa de aire depende de la región donde esta se origina. Las masas árticas de aire son las más frías, y las tropicales, las más cálidas.

La humedad es la segunda propiedad básica de una masa de aire. Desempeña un papel significativo en el tiempo y en el clima, y generalmente se trata independientemente de los demás componentes del aire. En cualquiera de sus formas, la humedad atmosférica es un factor de humedad, nubosidad, precipitación y visibilidad. El vapor de agua y las nubes afectan la transmisión de la radiación tanto hacia como desde la superficie terrestre. A lo largo del proceso de evaporación, el vapor del agua también transporta calor latente al aire, lo cual le da una función en el intercambio de calor (así como en el intercambio de humedad) entre la Tierra y la atmósfera. El agua atmosférica se obtiene por evaporación pero se pierde por precipitación. La atmósfera sólo almacena una fracción de minuto del agua terrestre bajo la forma de nubes y vapor. La cantidad neta de agua presente en la atmósfera al final de cualquier período para una determinada región es una suma algebraica total de la cantidad almacenada en un período previo, la ganancia por evaporación, la ganancia o pérdida por transporte horizontal y la pérdida por precipitación. Esta relación expresa el balance hídrico de la atmósfera.


miércoles, 15 de agosto de 2007


Circulación general del Aire

La circulación general del aire representa el flujo promedio de aire alrededor del mundo. Como los vientos pueden variar ampliamente respecto del promedio en cualquier tiempo y lugar, el estudio de los patrones de flujo promedio del viento puede servir para identificar los patrones predominantes de circulación en ciertas latitudes y entender sus causas. La fuerza que impulsa la circulación general es el calentamiento irregular de la superficie terrestre. Las regiones ecuatoriales reciben mucho más energía del sol que las polares. Las variaciones horizontales de la temperatura atmosférica, causadas por el calentamiento irregular, determinan diferencias de presión que dirigen la circulación atmosférica.

Dada la complejidad de la circulación mundial del aire, se empezará por estudiar un modelo simple que explica cómo sería dicho proceso sin las complicaciones causadas por la rotación de la Tierra y la irregularidad de su superficie. Si la Tierra no rotara y estuviera compuesta por una superficie sólida uniforme, se podría observar un modelo de circulación muy predecible del ecuador a los polos . El aire del ecuador, que recibe más radiación solar, sería mayor que el de los polos. Sería más cálido y ligero, y se elevaría debido a la convección. A medida que el aire ecuatorial cálido se eleva, se producen tormentas eléctricas que liberan más calor y hacen que el aire continúe elevándose hasta que llega a la capa superior de la atmósfera. En este punto, el aire empezaría a moverse hacia las regiones polares y se enfriaría a medida que se traslade. En los polos, el aire frío denso descendería a la superficie y volvería a fluir hacia el ecuador. En el hemisferio norte, el flujo del aire cercano a la superficie estaría siempre fuera del norte porque el aire más frío del polo norte remplazaría al aire cálido, ascendente desde el ecuador.


Sin embargo, la Tierra rota, lo que complejiza este flujo relativamente simple de aire. El efecto de Coriolis es un factor principal que explica los patrones reales del flujo del aire alrededor de la Tierra.

A continuación se explicará cómo actúa la fuerza de Coriolis en la circulación planetaria del aire. En el ecuador, el aire cálido se eleva y muchas veces se condensa en grandes nubarrones y tormentas. De este modo, se desarrolla una banda de presión baja alrededor del ecuador. Estas tormentas eléctricas liberan calor, que conduce el aire hacia partes más altas de la atmósfera. Allí, el aire empieza a trasladarse lateralmente hacia los polos y se enfría a medida que se mueve. El aire empieza a convergir o “reunirse” a una altura aproximada de 30° de latitud. La convergencia del aire hace que este se hunda o asiente en esta latitud. Esto determina la divergencia del aire en la superficie terrestre. A medida que el aire se hunde en esta región, el cielo se muestra despejado y los vientos superficiales son suaves y variables.

domingo, 5 de agosto de 2007


Viento

El viento es el elemento básico en la circulación general de la atmósfera. Todos los movimientos del viento, desde ráfagas pequeñas hasta grandes masas de aire, contribuyen al transporte del calor y de otras condiciones de la atmósfera alrededor de la Tierra. La denominación de los vientos depende de la dirección de donde provienen. Así, un “viento del norte” es aquel que sopla de norte a sur y un “viento del oeste” es aquel que sopla de oeste a este. Cuando los vientos soplan con mayor frecuencia desde una dirección que desde otra, esta recibe el nombre de viento prevalente.

La velocidad del viento aumenta rápidamente con la altura sobre el nivel del suelo mientras que la carga de fricción disminuye. Por lo general, el viento no es una corriente constante sino conformada por ráfagas con una dirección ligeramente variable, separada por intervalos. Las ráfagas de viento que se producen cerca de la Tierra se deben a las irregularidades de la superficie, lo cual crea remolinos. Los remolinos son variaciones de la corriente principal del flujo del viento. Las irregularidades mayores se producen por convección –o transporte vertical del calor. Estas y otras formas de turbulencia contribuyen al movimiento del calor, de la humedad y del polvo en el aire en altura.

viernes, 6 de julio de 2007

PREDICCION NUMERICA DEL TIEMPO (Numerical Weather Prediction -NWP)
La predicción numérica del tiempo, usa complejos programas de cómputo, conocidos como modelos numéricos de pronóstico, que procesan (“corren”) datos en supercomputadoras y proporcionan predicciones de las variables meteorológicas, tales como la temperatura, presión atmosférica, viento, humedad y precipitación.

Un modelo numérico es un conjunto de ecuaciones matemáticas cuya solución requiere de métodos numéricos. Las ecuaciones básicas de un modelo numérico del tiempo son aquellas que rigen el movimiento del aire (horizontal y vertical), conservación de la masa y la energía, las transformaciones termodinámicas, los procesos de formación y desarrollo de las nubes, etc. Los métodos numéricos más comunes usados para resolver el sistema de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales (modelo numérico del tiempo) son: diferencias finitas, métodos espectrales y elementos finitos.
Asimismo debemos tener en cuenta que tenemos dos clases de modelos, el barotrópico y el modelo baroclínico.

El Modelo Barotrópico
Una atmósfera es barotrópica si no existen vientos térmicos; en este modelo no se tiene en cuenta el tipo de desarrollo de ciclones o anticiclones y tiene otras restricciones como:
Después del tiempo t = 0, el movimiento del aire viene gobernado tan sólo por la inercia que posee en el instante t = 0, lo que equivale decir que no se tiene en cuenta cualquier aportación de nueva energía.
El movimiento se supone que es totalmente horizontal y no divergente, de modo que cada partícula conserva su vorticidad absoluta inicial durante su movimiento; la vorticidad viene medida a través de los vientos geostróficos.

El Modelo Baroclínico
Los modelos posteriores se encaminaron a eliminar las múltiples restricciones que tenía el modelo barotrópico y en particular, han sido utilizados diversos modelos baroclínicos, en los que se tienen en cuenta las condiciones existentes a dos o tres niveles; de esta forma se toman en consideración los desarrollos sinópticos asociados a los vientos térmicos. En la actualidad se han hecho esfuerzos en el sentido de incluir en el modelo influencias tales como la topografía, calentamiento superficial, rozamiento , e intercambios de calor latente.

jueves, 28 de junio de 2007


La importancia de la meteorología de la contaminación del aire

Como la atmósfera es el medio en el que se liberan los contaminantes, el transporte y la dispersión de estas descargas depende en gran medida de parámetros meteorológicos. Para realizar actividades relativas a la planificación de la calidad del aire es imprescindible comprender la meteorología de la contaminación del aire y su influencia en la dispersión de las sustancias contaminantes. Los planificadores emplean este conocimiento para ayudar a localizar las estaciones de monitoreo de contaminación del aire y para desarrollar planes de implementación orientados al cumplimiento de los estándares de calidad del aire en exteriores.

La meteorología se usa para predecir el impacto ambiental de una nueva fuente de contaminación del aire y para determinar el efecto de las modificaciones de las fuentes existentes en la calidad del aire.

Cuando se desarrollan condiciones meteorológicas que no conducen a la dispersión de las sustancias contaminantes, los organismos gubernamentales encargados de controlar la contaminación del aire deben actuar rápidamente para asegurar que los contaminantes no se concentren en niveles inaceptables en el aire que respiramos. Cuando estos niveles son excesivamente altos, se produce un caso de contaminación del aire y se deben reducir las emisiones en la atmósfera.

lunes, 25 de junio de 2007


LA BIOSFERA Y EL ORIGEN DE LA VIDA
Un ecosistema es una unidad organizada que está en continua relación con otros ecosistemas que la rodean y con los cuales tiene contacto.

Estas relaciones se manifiestan por intercambios de materia y energía (importación y exportación de nutrientes y organismos). Son diversos los factores que derivados del clima, del suelo, y de los organismos vivientes, condicionan la distribución de las especies tanto animales, como vegetales a través de todo el planeta o geosfera o ecosfera (se denomina así a todo el planeta en el cual vivimos, incluyendo la atmósfera). Ello se manifiesta por la existencia de zonas geográficas diferenciadas en las que el desarrollo de una vida organizada es poco probable (polos, desiertos, grandes alturas y profundidades marinas), en ellas la continuidad entre los ecosistemas no es posible denominándose a éstos espacios parabiosfera (aquellas áreas marginales del planeta en las cuales no es posible la vida en forma permanente.

El conjunto de ecosistemas que se extienden sobre nuestro planeta dan forma a la biosfera. Se debe considerar como una delgada capa que envuelve parte de la superficie terrestre y que alberga múltiples formas de vida activa o que contiene el conjunto de seres vivos y en la cual es posible la localización de la vida allí en forma permanentemente.

La relativa abundancia de agua, la intensa insolación y la existencia de interfases entre los estados gaseoso, líquido y sólido de la materia han configurado el aspecto y extensión de nuestra actual biosfera.

lunes, 18 de junio de 2007


El Niño y la Oscilación del Sur
El término "El Niño" fue utilizado originalmente por los pescadores peruanos para referirse a una débil corriente oceánica cálida que corre hacia el sur a lo largo de las costas de Perú , llamada La corriente del Niño, apareciendo a fines de año cerca de la época de Navidad (nacimiento del Niño Jesús), llegando posteriormente a asociarse con grandes calentamientos que ocurren cada ciertos años (2 a 7 años), alterando la ecología local y regional (Trenberth, 1996). Estos calentamientos sobre el Pacífico ecuatorial hasta la línea de cambio de fecha (180° de longitud), originan perturbaciones en la atmósfera alterando los patrones climáticos globales en ambos hemisferios, proceso conocido como teleconecciones.

La componente atmosférica que está ligada al ciclo "El Niño", corresponde a la Oscilación del Sur (OS). Los científicos definen la O.S. como una fluctuación de las presiones a nivel de la superficie entre el Pacífico ecuatorial este y la región de Indonesia-Australia.

En la década de 1960, se establece la relación opuesta entre los valores de la presión atmosférica (Indice de Oscilación del Sur) y la temperatura de la superficie del Mar sobre el Pacífico ecuatorial, definiendo a estos procesos de interacción oceáno-atmósfera como el ciclo ENOS (El Niño/Oscilación del Sur). El modo más simple de representar "El Niño" o ENOS es mediante el modelo de circulación (Bjerknes, 1969), llamado Celda de Walker. El contraste térmico longitudinal entre la zona de aguas relativamente frías del Pacífico oriental (22 °C) y las aguas más cálidas del sector de Oceanía (29 °C), definen la circulación llamada Celda de Walker. Este modelo comprende cuatro componentes básicos.
a) Flujo del este correspondiente a los vientos alisios.
b) Convergencia y ascenso de las masas de aire cálido y húmedo que generan abundante nubosidad (cúmulos nimbus) y precipitación en el sector del Pacífico ecuatorial occidental, cercano a los 180° de longitud.
c) Flujo de viento oestes en la troposfera alta.
d) Descenso de las masas de aire (movimiento subsidente) en la parte oceánico frente a las costas de Sudamérica (Chile y Perú), que mantienen un área anticiclónica casi permanente en superficie (Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur).

En la circulación de Walker, existen diversos elementos forzantes que sirven de retroalimentación positiva. Entre ellos, uno de los más importantes es el viento superficial de los alisios (viento que sopla desde el este hacia el oeste), que producen la surgencia intertropical, manteniendo un fuerte gradiente térmico con las aguas cálidas del lado de Oceanía. La intensificación de los vientos del este (alisios) y del anticiclón Subtropical del Pacífico sur, generan un aumento de la surgencia ecuatorial y por ende enfriamiento de las aguas oceánicas y costeras superficiales, apareciendo de esta manera, las anomalías negativas de la temperatura superficial del mar. En la parte occidental del Pacífico ecuatorial, por efecto del arrastre del viento superficial se produce un aumento del nivel del mar, contrariamente a lo que ocurre en la región oriental. Estos procesos anómalos definen lo que se conoce como fenómeno o evento de "La Niña", característico de la fase fría del ENOS.

La situación opuesta a lo señalado en el párrafo anterior, es decir, vientos alisios débiles y cambios de dirección al oeste en las cercanías de los 180° de longitud, intensificación de la presión en Oceanía y Australia y debilitamiento sobre el Pacífico central y oriental, contribuyen a disminuir los procesos de surgencia ecuatorial, traduciéndose en la aparición de anomalías positivas de la temperatura superficial del mar en el Pacífico central y costas de Sudamérica, debilitando casi por completo los procesos asociados a la circulación de Walker. Esta condición de interacción entre el océano y la atmósfera sobre el Pacífico ecuatorial es conocida como "El Niño".